Durante la gestación los requerimientos de energía, proteínas, vitaminas y minerales se incrementan. Durante estos meses se producen en la madre cambios en el organismo para lograr un crecimiento y desarrollo óptimo del feto. Por tanto, el estado nutricional de la madre gestante puede condicionar el nivel de salud y desarrollo del bebé.
Se cometen muchos errores y mitos en cuanto a la alimentación de la mujer embarazada, entre ellos “comer por dos”, necesidad de suplementos nutricionales, etc. Es bien sabido que una mala nutrición puede causar problemas de prematuridad y mortalidad fetal, e incluso que el sobrepeso y la obesidad pueden afectar negativamente a la salud del bebé.
El embarazo es un buen momento para cambiar y consolidar buenos hábitos.
La nutrición en este periodo se centrará en asegurar el aporte de nutrientes necesarios para alimentar a la mamá y el bebé y seguir una alimentación de calidad.
- Llevar el control adecuado de la ganancia ponderal de peso.
- Disminuir la prevalencia y/o mejorar los síntomas de diversas patologías asociadas al embarazo: reflujo gastroesofágico (ardor),emesis del embarazo (vómitos) diabetes gestacional, estreñimiento y hemorroides, hipertensión arterial (tensión alta)…
- Ajustar mi dieta a una ingesta recomendada y que no se produzcan ni carencias ni excesos.
- Aumentar el peso a ritmo recomendado y no coger excesivo peso durante el embarazo.
- Promover y facilitar la futura lactancia, para llevar una lactancia de calidad y duración adecuada.